dOs PiNcElAdAs dE lEtRaS cOntEnIdAs eN Un fRaScO pEqUeÑo dE aMoR y Al MiSmO tIeMpO vEnEnO.

Partí decidida a entregarle unos libros a una amiga, tome el camión y todo iba bien, llegue, entregue los libros, recibí como la mitad mas de los que entregue para leer estas vacaciones, préstamo de libros, mis amigas y yo somos unas bibliotecas andantes, yo te presto un libro, tu otro y así se hace una cadenita de lectores, que en cuanto terminamos un libro lo dejamos ir para que otras manos, otros ojos y otros espíritus saboreen las historias entretejidas en cada pagina.

Después de tomar una copa con mi amiga regrese a la casa, donde no sabia que me esperaba una tormenta, la llamada de un extorsionador telefónico, que cansados de pedir dinero por secuestros falsos, por familiares enfermos, ahora la nueva son familiares que vienen de visitas (aprovechando las navidades) y necesitan un deposito de dinero para pasar la aduana con la promesa de que se nos dará el dinero cuando lleguen nuestros familiares, por suerte no caímos en el juego, aunque me asombra de donde obtienen tantos datos de nuestra vida, pero es esta violencia que no cesa en México, esta es la tercera llamada que recibimos en este año.

Mi mamá se puso muy histérica, protege a sus hijos y teme que les pase algo, así vivimos ahora con temor a la salida, de que en la mañana al ir al trabajo o la escuela nos puedan quitar los pocos pesos que llevamos en el bolso y ahora el temor de contestar el teléfono, de esperar que sean tus familiares o amigos, pero resulta que es un hombre que para colmo de males lo más posible es que sea un sujeto que se encuentra preso y te trate de extorsionar con algún secuestro o enfermedad de algún familiar.

Y no termina, no soy la única y seguramente no seré la primera, muchos vemos las cosas desde lejos por que no nos sucede y decimos todo va bien, pero cuando nos pasa, que hacer, denunciarlos, hecho esta, pero se que solo se quedara el precedente de mi denuncia porque rara vez logran encontrar a los sujetos que cometen el delito.

Mientras tanto, la preocupación nos invade de momento, nos preocupa la seguridad de los que amamos y algunos, como mis vecinos que cayeron en el juego y pagaron $20,000.00 pesos que solo pudieron obtener con prestamos, para enterarse que todo había sido una broma.

Tal vez nadie lea esto, no se enteran de la histeria que viví tras un momento, pero que triste que las cosas sigan así.