indignas continuaciones de cuentos o tal vez no: tal vez solo nuevos comienzos  

sábado, 8 de noviembre de 2008

otro cuento distinto y separado del q se escribio juntas....



LA DULCE CAROLA
esta historia la escribio ismael serrano.


Yo conozco la historia de un tipo que se enamoro desde una ventana, es la historia de un amigo, vive en México, en el D.F., trabaja en la octava planta de un edificio, en unas oficinas en el centro de la ciudad.Y un día, estaba con la mirada perdida en el smog del D.F. cuando bajo la mirada del cielo a la calle, o mas bien del smog al cielo, porque allí estaba ella, la dulce Carlola, de belleza soberbia, radiante cruzaba la calle, y ha sus pasos se detenía toda la ciudad, en frente, había un edificio en obras, y todos detenían su ritmo frenético para observar aquella mujer.Un obrero estuvo tentado de lanzarle un piropo, pero el de al lado le dio un codazo para callarlo, tal era el silenció litúrgico que imponía esa mujer. Y mi amigo se quedo embobado mirando aquella mujer, cruzando la calle, que iba pensando en lo suyo, pensando quizás en lo duro que iba a ser su nuevo trabajo en el restaurante de la esquina, se quedo embobado como la puerta del restaurante devoraba a aquella mujer menuda, y supo mi amigo que nada sería igual.A la mañana siguiente, después de haber estado toda la noche pensando en aquella mujer, mi amigo salió a la ventana, se asomo, y allí la encontró, y aquella cita era diaria, aquella cita se convirtió en una obsesión, día a tras día mi amigo se asomaba a la ventana y la veía pasar, se preguntaba como sería ella, como sería su vida, como despertaría, como dormiría. Pasaban los días, y pasaban los meses, y mí amigo a veces creía percibir el perfume de ella desde lo alto del edificio, fíjate. Creía escucharla tararea una canción y la melodía le perseguía durante todo el día. Y pasaban los meses, y pasaron años, año y mi amigo asomado a la ventana, preocupándose cuando la veía caminar bajo la lluvia sin paraguas, preocupado cuando la creía ver mas delgada, paso mucho tiempo, y muchas veces estuvo tentado, mi amigo, de bajar los ocho pisos para decirle a aquella mujer, que: ¡que diablos! que la amaba, pero no lo hizo.Y paso mucho tiempo, cuatro años asomado a la ventana, y planeando el momento preciso para acercarse a ella, y por fin tomo una decisión, sería, este día, ese día terrible, mi amigo se sorprendió un poco cuando no la vio pasar por debajo de su ventana, pero aún así se fue a buscarla al restaurante, busco a Carola entre las mesas pero no la encontró, así que pregunto al encargado, el encargado le dijo que: que Carola se había marchado, no del restaurante, del D.F., se había ido a Acapulco con su familia, y no iba a volver mas.Y mi amigo supo del sabor amargo de la derrota, supo que aquella mujer no volvería a cruzar por debajo de su ventana, y subió los ocho piso arrastrando los pies, y no se sorprendió cuando en la octava planta encontró a todo el mundo alborotado, de un lado para otro, frenéticos, alguien con el rostro desencajado le dijo que la empresa había quebrado, que estaban en la banca rota, así que todos en la calle, en un día había perdido todo, la mujer que amaba, el trabajo, y se volvió para casa, no muy sorprendido, todo encajaba el mundo se derrumbaba y lo hacia todo de una vez.Durante mucho tiempo estuvo abandonándose en casa, sin saber que hacer, y solamente pensando en la dulce Carola, primero sin el valor para salir a buscarla a Acapulco, y luego sin la plata necesaria, paso otro año, 5 años desde que vio a Carola por primera vez, y decidió, pues, tomar una decisión, empezó a buscar trabajo, pero mi amigo tenia 39 años, y en México no es fácil encontrar trabajo a esa edad, porque ya no eres el joven agresivo que buscan las empresas sabes, y en todas las entrevistas de trabajo, le decían, que no y que no, así que mi amigo decidió tomar una decisión, que cambio su vida, decidió buscar a un coyote, un coyote en México es un tipo que se dedica a negocios turbio, veréis, mi amigo buscaría a un coyote para que le hiciese una falsificación de la partida de nacimiento, mi amigo bien podría aparentar 34, así que le pediría al coyote una partida de nacimiento que dijera que tiene 34 para así poder acceder a algún puesto de trabajo, así que mi amigo se fue para la Plaza de Santo Domingo, cerca del zócalo, donde están los coyotes, y hay tienes a mi amigo perdido, colgado de un lado para otro, se acabo perdiendo entre las callejuelas, y apareció en un callejón inhóspito, y en un portal antiguo, viejo, observo como un anciano le hacia señas, le sonreía y le hacia señas para que le siguiera, mi amigo siguió a aquel misterioso hombre, y supo que era un coyote, le dijo: - yo soy tu hombre, se lo que necesitas, - si ya se, necesito una partida de nacimiento que falsifique que tengo 34, - vale, vale, dame tus datos, y empezó a tomar datos, y mientras tomaba datos, el viejo coyote, le dijo: - alguna vez estuviste en Acapulco, y a mi amigo le dio un vuelco al corazón y se deshacía en el ácido del recuerdo, - nunca, el viejo le dijo, veras yo vivo cerca de la autopista hacia Acapulco, cerca de Tepozán, veras ¿conoces la curva del autopista?, ¿conocéis la leyenda, verdad?, mi amigo también, la del fantasma que hacia autostop en el mismo sitio, que se subía en el primer coche y desaparecía en la misma curva en que se mato, en aquella carretera estaba desabitada en media noche, casi nadie pasaba por allí por miedo al fantasma, fíjate, mi amigo dijo si, si se donde es, y el viejo le dijo: pues veras, muchas veces he estado tentado de agarrar la autopista para Acapulco y empezar de nuevo, espera un momento. Y mi amigo, se quedo pensando en Acapulco y mil huidas, al rato vino el viejo coyote, con los documentos falsos, y se fue para casa, aquella noche solo pudo dormir con el recuerdo de la dulce Carola.A la mañana, el teléfono sonó bien temprano, alguien al otro lado le decía: oye que tienes que venir a la reunión, que es urgentísimo, que tienes que estar aquí, vente para la oficina; y mi amigo colgó el teléfono maldiciendo al tipo al otro lado de la línea, ¡la oficina!, el caso es que antes de despedirse, el coyote le había dicho: ten cuidado, vuelves a tener 34 años, no repitas lo errores; y pensó en las palabras del coyote mientras se despertaba, y encendía la radio, y en la radio las noticias de otras veces, y mi amigo buscando los papeles del coyote y no los encontraba, y en la radio las noticias de otras veces, y de repente alguien dijo la fecha, era la de hacia 5 años, bajo corriendo las escaleras y compro el primer periódico que vio, miro la fecha y era la de hacía cinco años, volvía tener 34 años, agarro el primer taxi que vio, y se fue para su oficina volando, subió las ocho plantas corriendo, y allí estaba todo igual, su mismo despacho, la misma gente, y la misma ventana, mi amigo se acerco a ella, se asomo y su aliento se detuvo, como toda la ciudad, como toda la ciudad al paso de la dulce Carola, porque todo empezaba de nuevo.Ahí tienes a mi amigo, con todo el futuro por delante, o con todo el pasado, no se muy bien, pero hay le tienes volviendo a mirar por la ventana y encontrándose con aquella mujer, ahora jugaba con ventaja, porque conocía los plazos del tiempo que le quedaba, aún así dejo pasar el primer año deleitándose, asomándose por la ventana, y planificando bien la declaración de amor, pensando en la pose precisa, en las palabras adecuadas, y dejo pasar el tiempo, y un día se presentó en el restaurante a la hora de comer, se sentó en la primera mesa que vio libre, y vio a carola, deambulando entre las mesas, se acerco, se puso delante de el, y le dijo: ¿qué desea?, ¡que deseo!, aquel era el momento, esa era su oportunidad, así que su garganta se tenso como una guitarra, y mirándola le dijo: una sopa de cebolla y un filete de ráchela bien cocido, por favor. Carola tomo nota y se fue, mi amigo se estuvo maldiciendo toda la noche, así que al día siguiente, hay le tienes, sentando a la mesa, mirando a Carola, clavando sus pupilas, en las de ella y diciendo: una sopa de cebolla y unos tacos de camarones, por favor; y al día siguiente, armándose de valor: una sopa de cebolla solo, por favor, y así, día tras día, por las mañanas asomándose por las ventanas viéndola pasar, y a la hora de comer asomándose a una sopa de cebolla, bueno... y el tiempo pasaba, a veces mi amigo creía que ella fijaba su vista en él, y entonces: ahhhh amigo... entonces las palomas del parque volaban, los borrachos en las tabernas brindaban a su salud, los feligreses en las iglesias se abrazaban, y los soldados en primera línea de fuego se daban largos besos en la boca, que va! ella no reparaba en el, y pasaba el tiempo, pasaban los días, pasaban los meses, y pasaban los años, años de sopa de cebolla, por fin llego el momento, no podía retrasar mas la declaración, al día siguiente carola se iba, y aquella noche casi no durmió mi amigo, pero al día siguiente hay se presento, y ahí le tienes, se acerco Carola como todos los días, y le dedico una sonrisa, quizás mas afectuosa que otras veces, el caso es que se hizo silencio un instante que pareció eterno, ahí pensó decir me gustas cuando callas por que estas como ausente, o no se, quizás, ¿por qué me despierto de madrugada mientras todos duermen?, pendo en decirle, me dueles mansamente, me dueles, quítame la cabeza, córtame el cuello, porque nada queda de mi después de este amor, pensó en decirle simplemente: quédate conmigo, por favor. Y por fin: una sopa de cebolla, por favor, era inevitable, mi amigo comió la sopa de cebolla como un condenado a muerte, en calma y en silencio, y se fue para casa, ni siquiera paso por su despacho, sabia que la derrota era inevitable, y a mi no me sorprende mucho por que creo que alguien dijo una vez: que ‘los amores cobardes, no llegan ni amores, ni a historias, se quedan ahí, ni el recuerdo los puede salvar, ni el mejor orador conjugar’.Al principio mi amigo se derrumbo, pero luego.... luego también, pero trato de buscar de nuevo al coyote para encontrar la posibilidad de.... de yo que se, y se fue para la plaza de Santo Domingo, y rebuscando encontró el nuevo callejón y el antiguo portal, y no, encontró una sucursal del fondo monetario internacional, esos eran otros coyotes, no le interesaban, así que recordó las palabras del viejo coyote, cerca de Tepozlan, recordó la curva del autostopista, agarro el carro y se fue para allá, no se sorprendió cuando se encontró un poblado fantasma, aquel pueblo era una sombra del pasado, todo ruinas, abandonado desde hacia mas de 50 años, empezaba a hacerse de noche, mi amigo se sonrió, asumió la derrota y decidió volver a casa cuando ya era noche cerrada, entro en el coche, y al poco de salir del pueblo, encontró a una chica haciendo autostop en el arce, mi amigo no lo dudo, paro, bajo la ventanilla, y ¿a donde vas?: - al D.F. – Pues sube, y al poco de subirse ella dijo: - tenga mucho cuidado en la siguiente curva. Y apenas pudo acabar la frase, porque en la última palabra sonó el reventón de una rueda, así que mi amigo, se tubo que hacer a un lado de la carretera, y dijo: disculpa, y tenias que ver la cara del autostopista, porque la curva quedaba lejos.Bueno...pues, se detuvieron, el bajo a cambiar la rueda, y ella con el y empezaron a hablar, una conversación trivial, pequeñas cosas, que fueron creciendo como bolas de nieve hasta convertiré en grandes cosas, - ¿y tu de donde eres?, - pues yo del D.F., y el le preguntaba y a que te dedicas, y ella decía: antes estudiaba, pero ya no; y.. al rato no se que le estaría contando el porque ella se descojonaba de risa, y jamás nadie había tardado tanto en cambiar una rueda, la verdad, y la noche pasaba, y mi amigo le empezó a contar la historia de la dulce Carola, del coyote, y de la ventana, y de la sopa de cebolla, y le decía a la mujer: ¿te lo crees?, y la mujer decía: si yo te contara, yo se lo que es desaparecer justo en el momento preciso, yo se lo que es repetir la historia una y otra vez, yo te entiendo.- ¿Tu crees en los amores a primera vista? – ¿acaso existen otros?Aquella mujer, la autostopista era hermosa, no se si tanto como Carola, pero era hermosa, triste pero hermosa, aquel silencio fue eterno, y el le dijo: volvamos al coche, te llevo al D.F.; y mientras se subían al coche, el pensó en decirle: quédate conmigo, huyamos juntos a cualquier sitio, empecemos de nuevo, yo que se!, y quizás ella pensaba lo mismo, pero, sin embargo, dijo: ten cuidado con esa curva. Y mi amigo tuvo mucho cuidado, paso la curva con mucho cuidado, y con los ojos fijos en la carretera, mi amigo no se atrevía a mirar en el asiento de al lado, quizás ella también se había marchado como la dulce Carola y volvía a estar solo, y sabiéndose solo, se dirigió hacia la autopista y cuando iba a entrar en ella escucho una voz al lado que decía: ¿alguna vez has estado en Acapulco?, mi amigo miro en el asiento de al lado y hay seguía ella, ahora estoy seguro era mas hermosa que Carola, mi amigo dijo: nunca, y ella le dijo: pues llévame, y se fueron, y así siguen en la carretera, mi amigo no volvió a ver a Carola, porque lo importante no era Acapulco, lo importante era el viaje, y saber que hay que tener memoria para no repetir los errores y saber que la historia no se debe repetir.Sobre los fantasmas, no se si creer, no se, yo no se si hay vida después de la muerte, hay gente que se cuestiona si hay vida antes de la muerte, yo personalmente me cuestiono si hay vida antes de las 12 de la mañana.El caso es que por aquella carretera ahora pasan después de media noche, no se si existe un coyote que me devuelva a mi pasado, no creo, pero yo personalmente no dejare que pases por debajo de mi ventana sin pedirte que te quedes conmigo, ni que subas a mi coche sin que emprendamos una urgente huida.

Dedicada a todos aquellos q necesiten emprender una huida..Por que en cuentos como estos, ala media noche, a la tarde y aunque alli se dejen los fantasmas es que puede comenzar una historia,
ustedes, todos los que leen, recuerden, pueden dejar un termino o quizà en ambas historias, la compartida y esta, otros finales, nuevos comienzos...o finales que le dan pie a un nuevo comienzo no les parece?



"pelicula casablanca"

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1 comentarios: to “ indignas continuaciones de cuentos o tal vez no: tal vez solo nuevos comienzos

  • Luzzy Duran
    8 de noviembre de 2008, 19:18  

    dios!!! es una historia maravillosa, acuerdate que tenemos que escribir uan juntas, pero no como la del bar, osea me refiero no cada quien una parte, una narrada por las dos vale cuidate mucho
    bye!!
    que dios te bendiga jojo

 

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